INSTRUCCIONES
- Preparar y presentar un plan para cartografiar una sesión del DJ
"Kalabrese"
- Acudir a la sesión, que tendrá lugar el miércoles 25 de septiembre a
las 20.30 en la cafetería del Museo Reina Sofía [Edificio Nouvel] con el
plan de cartografía pero con una mentalidad abierta a nuevas
percepciones
- Tomar notas sin olvidar que es necesario divertirse, sentir el ritmo e
interactuar con el entorno
- Represéntalo...
ANTES
A pesar de no ser la cafetería del Reina Sofía un espacio pensado para actuaciones musicales, especialmente por la envolvente de vidrio, la estrategia de apropiamiento puntual es inteligente: tarima, altavoces, mesa de mezclas, instrumentos, luminosos comerciales, focos y barra son visibles desde el gran patio interior del Edificio Nouvel, aumentando el interés de los que esperamos fuera.
DURANTE
Una vez dentro, las distracciones [sensaciones y
sentimientos] como en cualquier fiesta, son numerosas: hacinamiento junto a la
escena, miradas variadas, bailes hipnóticos, atmósfera rojiza por el acabado
interior de la cafetería ligado a los luminosos rojos de la marca de cerveza
que patrocina la sesión [no puede ser casual] y por supuesto la música que
reclama atención en todo momento.
Todo nos aleja de lo que no se puede ver, ni oír, ni
tocar, ni oler, ni saborear: las VIBRACIONES que ascienden por las piernas
desde el suelo o impactan de lleno en el tronco y la cabeza, procedentes de las
perturbaciones del aire entre los altavoces y nosotros.
Llegados a este punto, me tomo a mí misma como
elemento testeador y comienzo a anotar las zonas de mi cuerpo en las que
percibo las vibraciones y los instrumentos [o tonos aproximados si no consigo
reconocerlos] que las producen. Así concluyo que los sonidos más graves como el
bombo en directo de la batería o las notas más graves grabadas de un órgano
resuenan en la pelvis, y a medida que los sonidos ascienden en tono, también
ascienden hacia el abdomen, el estómago, el tórax, y finalmente la garganta y
el cráneo como es el caso de los sonidos agudos y penetrantes de un xilófono o
los sonidos silbados del mismo órgano antes citado [el instrumento con mayor
registro]
En mi cartografía, el cuerpo es el mapa base y los
sonidos son los que lo van activando según lo van recorriendo sus vibraciones:
Durante la sesión pude observar el efecto de estas
vibraciones sobre el comportamiento de los asistentes al evento: las partes de
las canciones en las que predominaban los pulsos en la pelvis, fomentaban
interacciones insinuantes y provocativas [bien con acompañantes, bien con
desconocidos] mientras que la predominancia de pulsos craneales provocaba
interacciones de carácter amistoso [generalmente con conocidos] y focalización
hacia los artistas en escena.
En cuanto al comportamiento de la masa, los estados de
trance y balanceo entre el público se sucedían con los graves, mientras que el
"bote simultáneo" [sin llegar al pogo] se activaba al combinarse
éstos con melodías agudas muy percutidas y marcadas.
DESPUES
Para representar estos efectos, he analizado el
fragmento inicial de 'Independent Dancer' [tema del último álbum de
Kalabrese] e identificado visualmente las incorporaciones de instrumentos a la
melodía según las áreas del cuerpo que respondían a ellas [hay sonidos que no
se perciben con auriculares o altavoces de algunos equipos] :
LO
UTIL
Según he leído en las fuentes que adjunto al final de
esta entrada, cada parte del cuerpo humano tiene una resonancia particular,
como una huella dactilar única, que hace que entre en resonancia cuando a ella
llega la nota-frecuencia adecuada; estos rangos apenas varían de un individuo a
otro.
Pensando en el objetivo final del proyecto de
discoteca, se me ocurren varias aplicaciones de estas observaciones, empezando
por un SUELO VIBRANTE con unas determinadas características de grosor,
materiales, posicionamiento cambiante de los altavoces bajo él, impermeabilización,
etc...que permita adaptar un gran espacio a un amplio abanico de eventos
musicales, teatrales,... estableciendo AREAS INVISIBLES.
Se trata de una manipulación del usuario que, si bien
tendría libertad para elegir dónde posicionarse, estaría siendo
involuntariamente atraído por las vibraciones de unas zonas u otras. Desde esta
perspectiva se podría analizar la naturaleza de las personas,
independientemente de cómo vistan o actúen, en función de las áreas que
frecuenten.
En el vídeo siguiente se pone de manifiesto el orden
invisible de las cosas, lo que en realidad está ocurriendo en nuestro interior
cuando el cuerpo es sometido a las vibraciones, sólo audibles entre los 16 y
los 20.000 Hz:
Continúo investigando en esta línea y sus aplicaciones
en arquitectura. Éstos son algunos de los documentos gracias a los cuales he
podido profundizar en el tema, unos se orientan hacia visiones alternativas y
místicas, mientras que otros tratan aspectos objetivos de exposición y
seguridad frente a las vibraciones:
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